Hi!!!
Aqui esta el 1 capitulo de Chronicles of Soul una historia algo enigmatica y misteriosa que he subido a mi space para que la puedan leer y dejen sus comentarios respecto a ella, este capitulo llamado Pacto de Amor, es el que da inicio a la trama de esta historia, donde los sentimientos se mezcalaran desde al amor, al odio, desde la esperanza hasta la desesperanza, desde la alegria hasta la tristeza... esta capitulo ya es definitivo, no se le hara ningun cambio al respecto, si llegan a leerlo quiero aclarar que si ven algun error de ortografia o asi me lo hagan saber porque segun yo ya esta bien... aun asi espero que lo disfruten y que tengan muchas ganas de leer el proximo capitulo que tiene como nombre: Coronacion de Muerte. Antes que lean el 2 capitulo quiero dejar claro que todavia no esta terminado y que puede tener cambios sin embargo esperemos que no existan grendes cambios en este siguiente capitulo... quiero agradesles a todos los que han seguido esta historia que aunque apenas es el comienzo les agrado.... esperare sus comentarios para saber en que debo mejorar y en que debo echarle ganas y una disculpa por las tardanza de capitulos pero no se preocupen que este historia se terminara aunque me muera!!!!
Sayonara.
Santy Kaze
P.d. Los personajes como la trama son propiedad de Santy Kaze.
† Capitulo 1:
Pacto De Amor.
“El Amor, un sentimiento muy poderoso, que puede dar vida y que a la ves puede provocar la muerte, puede ser el néctar mas delicioso y a la vez el veneno mas letal, cuando se ama, el tiempo puede convertirse en un segundo y a la ves en una eternidad, cuando besas con pasión, el tiempo se detiene y el espacio deja de existir, un suspiro de quien amas se convierte en el respiro de tu vida, su voz en la melodía mas hermosa, porque cuando se ama el mundo deja de existir…”
Ahí se encontraba Santy cubierto por la brillante luna y el estrellado manto celestial, se encontraba en un lugar hermoso, en frente de un inmenso lago que reflejaba las maravillas del cielo y las copas de los árboles se ondulaban con el soplido del viento calido, que provocaba que su cuerpo cayera en una calma profunda, era como la sensación de volar, volar sin despegar los pies de la tierra. El pasto verde del jardín reflejaba los módicos cuidados que se le habían dedicado por mucho tiempo, detrás de el a lo lejos se encontraba la entrada a un castillo muy grande con torres altas y puertas con grabados enigmáticos.
Al parecer el lugar se encontraba completamente solo, no había rastro de que alguien estuviese ahí junto a el, o alguien que lo observara a la lejanía, en lo absoluto, solo se oían las palabras sordas que provocaba la brisa del viento al pasar entre las ramas de los árboles y las grietas del castillo; y los cantos de las lechuzas que tomaban turno en su ruta noctámbula.
A un lado de el estaba un hermoso árbol de cerezos que estaba floreciendo, los rosados pétalos que caprichosamente el viento tiraba al suelo y que la luna con su luz reflejaba su suave caída, era un espectáculo de la naturaleza.
Aquel desorientado joven se acerco mas hacia el lago hasta que pudo ver casi por completo el reflejo de su cuerpo, en cierta manera era el, pero de alguna otra forma sus ojos tenían un efecto especial que hacían que brillaran mas, unos lindos ojos aguamarina brillaban en el reflejo que le mostraba el agua, era mágico… todo era tan hermoso que pareciese que no fuese real. Fue ahí donde se quedo hipnotizado por el reflejo que le regresaba el lago.
Se quedo un rato contemplando el maravilloso efecto que el agua le mostraba hasta que vio el reflejo de alguien mas, alguien que se acercaba hacia el lago para quedar a un lado suyo, no logro reconocer la hermosura del rostro que se refleja en el agua, quedo encantado con el mágico efecto que tenían sus ojos, unos lindos ojos grises plateados que parecían pequeñas joyas que brillaban.
Por su mente, lo único que pasaba era el pensamiento de aquellos hermosos ojos plateados, no podía voltear y verla directamente, solo podía ver disimuladamente su reflejo en el agua, se quedo petrificado, no podía moverse, tal ves se debía a la presencia de ella.
No podía dejar de verla, intento hacerlo pero su mirada volvía a posarse en el reflejo de sus lindos ojos, aquellas ojos plateados que lo cautivaban y le impedían moverse, fue entonces que la vio llorar, observo como caía una lagrima por su mejilla, eso lo dejo absorto aun mas, su corazón latía lo mas rápido posible y un escalofrió suave recorría todo su cuerpo.
Ella se percato de la mirada de aquel muchacho, y tampoco pudo evitar dejar de ver su reflejo, le sonrió de la manera mas hermosa que existe, se veía triste pero aun así logro sonreírle…
Esa mirada, esa lagrima, esa sonrisa fueron el veneno y la cura de su enfermedad, esos ojos le demostraban que el todavía podía amar de nuevo, ya no soportaba mas, quería abrazarla, besarla, tocarla… y eso aun sin conocerla…
Así que ya no lo pensó mas, decidió dejar de ver solo el reflejo y volteo lentamente hacia el lado derecho en que se encontraba ella, sin embargo no vio nada… no estaba aquella razón de amor que se reflejaba en el lago, no lo estaba, ahí no había nadie, no podía ver a nadie… sin poder creerlo volteo de nuevo hacia el agua buscando el reflejo de quien se había enamorado… ahí estaba, tan linda como hace unos minutos pero a la ves no lo estaba…
Quería abrazarla con toda su fuerza, besarla hasta que amaneciera y demostrarle su amor tocando con suavidad su piel y cada rincón de su cuerpo…
El solo se quedo contemplando de nuevo el reflejo, con ese deseo que ardía en su pecho, por un momento pensó que tal vez era producto de su imaginación.
Así que trato de no tomarle importancia, hasta que vio como el reflejo de aquella joven acercaba su mano a la de el, fue ahí donde confirmo que no era una ilusión, que ahí estaba y que no era parte de su imaginación En ese instante sintió la firmeza con la que lo agarraba, que le pedía a gritos de silencio pero a la vez a gritos de esperanza que no la soltara jamás, y volvió a ver en su reflejo otra lagrima…
No podía creer lo que estaba pasando, y si aun la remota idea que tenia de que su imaginación le estaba haciendo una mala jugada era posible, no pudo evitar sonrojarse, aquella joven se dio cuenta de la consecuencia de su atrevimiento y tampoco pude evitar sonrojarse como el, aquellas dos caritas de tez blanca ahora tenían un tono mas calido, sin darse cuenta ambos seguían agarrados de la mano, y poco a poco se acercaron uno al otro.
No podía explicar lo que hacia, era como si lo hiciera por instinto, a su lado seguía sin ver a alguien pero en el reflejo que le mostraba el agua y lo que sentía, sabia que ahí se encontraba ella, se acercaron mas y mas hasta que pudieron unir sus manos, ambos se agarraron con una fuerza que se veía que no querían separarse jamás, tanto el volvía a creer en el amor, como aquella joven tenia a alguien que la amara, que la amara de verdad.
Fue ahí donde por fin quedaron lo mas cerca posible, el se guiaba con el reflejo de su amada en el agua, y logro ver su delicado cuerpo, y distinguir que su estatura era mucho mas grande que la de ella, voltio por ultima vez para ver su hermoso reflejo, y solo cerro los ojos, se dejo llevar por el sentimiento de pasión que aun sentía y que quería salir.
Sin saberlo, sin planearlo, sin verla, la beso, pudo sentir sus labios, y oler el perfume de su cuerpo, sabiendo que jamás olvidaría ese olor, mientras ella solo cerro los ojos y se dejo llevar igual que el, sentía que su alma la estaba entregando mediante ese beso, no quería que ese instante terminara, no lo permitiría, no antes de morir…
Ella sabia que esa noche era en la cual moriría, y que por eso fue al lugar mas hermoso para ella, ese lago en el cual paso momentos de gran felicidad, una felicidad y un sentimiento de ser amada que no sentía que fuese verdadero, quería recargarse por ultima vez en aquel árbol de cerezos que soporto su llanto muchas veces, y que fue testigo del falso amor que le fue jurado, recordaba aquellos momentos en los cuales se sentaba en el pasto verde y vei la lindura del atardecer, podía estar rodeada de personas pero aun así, no sentía que alguien la amara de verdad; pero ahora sin esperarlo, encontró a alguien que verdaderamente la quisiera y que diera todo por ella, aun así una latente pregunta pasaba por su mente: “¿Se puede amar a alguien que no conoces?”, ella sabia la respuesta a esa pregunta, mientras que muchos otros dirían que no, ella contestaría que si, si se puede amar a alguien sin conocerlo aun…
Sin embargo, esa noche no se recargo en el árbol, encontró a alguien en el cual podría llorar hasta el amanecer, alguien con el cual se sentía amada.
El, abrió los ojos por un momento y vio como besaba a esa hermosa doncella, ahora podía verla, observo como parte de su pelo tapaba su cara, y solo lo hizo a un lado con su mano, se dio cuenta de la suavidad de su cabello, aquel rubio cenizo que lo tenia cautivado, quería ver sus ojos plateados pero los tenia cerrados, al parecer ella igual que el quería que ese momento no acabar jamás.
Así vio como las lágrimas caían desde sus ojos hasta llegar a sus mejillas, eso hizo que la amara aun más, así que limpio con sus dedos esas lágrimas, y vio como se sonrojaba, eso lo cautivo más.
Ella no evito sonrojarse, por fin sabia que alguien la amaba y no impediría eso, no soporto mas el estar en pie y se dejo caer de rodillas en el pasto, pensando que al hacerlo talvez arruinaría ese beso que tanto había deseado, pero aun así, el callo junto con ella, seguían los dos unidos por el beso en el cual se juraban amor eterno.
Ninguno de los dos se había dado cuenta de lo que estaba sucediendo a su alrededor, el había vuelto a cerrar los ojos, y aquella joven no estaba dispuesta a arruinar el momento abriéndolos, a su alrededor ya no estaba el lago que los había unido, ni tampoco el estrellado manto celestial, el castillo tampoco lo estaba, los árboles del lejano bosque habían desaparecido, hasta el pasto en el cual estaban hincados ya no existía…
Santy sintió una sensación extraña, que se imponía a la pasión con la cual estaba dando el beso, mientras ella sabia que era tiempo de separarse, ambos terminaron ese beso, y se dieron cuenta por fin que la oscuridad los invadía, ella sabia perfectamente que no podían durar mas y que como todo, esto acabaría, voltearon a su alrededor buscando aquel lugar en el que se encontraban hace unos instantes y que ahora no lo estaba, observaron que lo que ahora existía a su alrededor era la oscuridad, tratando de comprobar que no era mas que una ilusión se levantaron de donde estaban pero aun así todo seguía cubierto por esa inmensa capa negra.
Ella sabia lo que pasaría en pocos minutos mas, sin embargo no dudo en abrazarlo con todas sus fuerzas, no fue un abrazo largo pero aun así el sintió que era con todo el amor que le tenia, así que no dudo en corresponderle y terminaron los dos abrazados por solo unos segundos, hasta que se separaron.
-Creo que esta es nuestra despedida- aquella joven trato de hablar con toda la calma posible pero aun así se veía como sus lagrimas caían – y antes de que te vayas quiero… de… decirte… que… - no pude evitar sonrojarse al ver la mirada fija de el- que… Te Amo!!! – cerro los ojos y grito con toda su fuerza lo que sentía por el, sin embargo su grito fue consumido poco a poco por la oscuridad que los albergaba.
El se quedo maravillado con la voz de aquella joven doncella, era la primera vez que la escuchaba y deseaba escucharla siempre, pero aun se preguntaba a que se refería cuando dijo que era su despedida, ¿Acaso se ira? Se preguntaba, “Pero dijo que yo era el que me iría, ¿A caso me iré? ¿A donde? Pero si yo no quiero alejarme de ella jamás”.
Los dos estaban agarrados de la mano y viéndose fijamente a los ojos, como esperando que algo sucediera, o que ese beso que habían suspendido continuara siempre, pero no fue así…
El empezó a sentir la sensación de que se encontraba en ese lugar pero que a la ves no lo estaba, “¿En entonces donde estaré?” no podía evitar sentir eso, así que solo se preguntaba el porque de esa sensación…
-Yo también te amo, y no lo dejare de hacer jamás, porque mientras tu estés a mi lado yo podré vivir, mientras tu sonrías, yo podré ser feliz, y mientras tu me beses podremos ser uno mismo y no separarnos jamás, porque no te abandonare, lo juro…- le confeso mientras la miraba fijamente y acariciaba su mejilla.
Ella solo se dejaba llevar por sus caricias, que ahora se habían convertido en la prueba del amor que le juraba, por lo menos sabia que podía morir amada por alguien, algo que siempre deseo.
-Se que no lo harás, y yo tampoco lo quiero, pero… - una lagrima resbaló por su mejilla hasta llegar a la mano con la que la acariciaba- tienes que irte- cerro los ojos para evitar que sus lagrimas se derramaran mas, pero aun así era inevitable, así que los abrió y continuo – mírate… te desvaneces poco a poco…
El había estado tan distraído en contemplar su cara, acariciar su mejilla y oír su voz, que nos se había dado cuenta que una llama azul lo estaba consumiendo desde los pies, aquella llama parecía que causaría dolor a quien se le acercara sin embrago el no sentía nada, solo aquella sensación de estar ahí pero a la ves no estarlo.
Aquella llama lo fue consumiendo mas, hasta que llego a su cintura, el no podía explicar que era lo que sucedía, trato de agarrar mas fuerte la mano de su amada, pero ella se soltó, y la llevo a su cuello, buscaba algo.
-No me olvides, por favor, - Su mano se detuvo y encontró lo que quería, un bonito collar con una piedra rosa incrustada en forma de triangulo que colgaba de su cuello, lo jalo y la cadena que lo sostenía se rompió- Quiero que conserves esto, que lo lleves puesto siempre y que al verlo me recuerdes, como yo lo haré…-
Tomo el collar, lo coloco en su mano y se alejo un poco hacia tras temiendo que el fuego el hiciera daño, el lo acepto y lo agarro con fuerza, aquella llama lo estaba consumiendo con mas rapidez.
-No te olvidare jamás, y llevare este collar a donde yo vaya- apretó el collar con mas fuerza- pero me gustaría saber tu nombre, el nombre de quien me enamore-
El fuego azul estaba a punto de llegar a su cuello, sus pies, y sus manos estaban siendo consumidas por el, aun se preguntaba que era lo que pasaba, pero no quería irse sin saber el nombre de aquella doncella.
Ella se acerco y poso sus manos en sus mejillas, no pudo evitar acercarse y robarle un beso, fue un beso corto sin embargo con todo el amor que el tenia, al terminar de hacerlo alejo un poco su cara de la suya y dejo aun sus manos en sus mejillas.
-No importa quien sea, solo ten esperanza y tendrás la respuesta- aparto las manos de sus mejillas, se alejo un poco y mas de sus lagrimas cayeron al suelo mientras con una mano decía adiós a su amado.
El ya no pudo decir mas, solo vio como agitaba su mano, y aquellas ultimas palabras aun resonaban en su oído, cerro los ojos, y dejo que aquella llama azul lo consumiera completamente, y así desapareció hacia la nada…
Ella al ver como su amado se esfumaba y no dejaba nada de el, dejo de agitar la mano y cayo al suelo, empezó a llorar en silencio, y solo cerro los ojos para recordar aquel letal beso de esa noche, al abrirlos observo que el lago en el que se habían reflejado ya no estaba cubierto por la oscuridad, la luna y las estrellas que habían sido testigos del beso en el que se juraban amor esa noche iluminaban de nuevo el lugar, el árbol de cerezos estaba ahí tan hermoso como siempre, y el castillo en el cual se llevaría a cabo su fin se encontraba a la lejanía, ella sabia que tenia que volver y afrontar su destino, sin embargo ya no se sentía con ese vacío de que nadie la amaba de verdad, podría morir amada.
Sin embargo, no se dio cuenta de aquel hombre que estaba detrás de ella, la miraba fijamente y se veía en su cara un odio, pero a la vez un deseo pervertido de castigarla, el había visto, oculto entre los árboles, lo que sucedió entre ella y aquel joven que se había esfumado, esa misma noche.
Se acerco sigilosamente, aprovechándose de que ella estaba sentada en el pasto y de espaldas, hasta llegar lo más cerca posible, se agacho y puso una de sus manos en su hombro, ella tenia la esperanza de que su amado hubiera vuelto por ella, pero al voltear y ver el rostro de aquella persona, quedo paralizada de horror y trato de alejarse pero aquel hombre la sujetó aun mas fuerte y no dejo que se moviera, al contrario hizo que se volteara y lo mirara fijamente, le gustaba ver esa expresión de miedo en su rostro.
-No, no, no– repetía mientras hacia una señal de negación con uno de sus dedos - creo que alguien ha sido una niña mala hoy- la apretó del brazo, la jalo hacia el y acerco su boca a su oído – ten-dre que cas-ti-gar-te – deletreo cada silaba con un tono macabro y pervertido, alejo su cara de la suya y la miro fijamente.
Ella tenía una cara de horror, sabia que no podía decir nada, porque seria castigada aun peor, volvió a llorar en silencio, recordando las veces en que había sido maltratada por aquel sujeto. El se levanto y jalo el brazo de ella obligándola a que se levantara con el, su castigo tendría comienzo en pocos segundos…
